Más de 60 piezas para contrabajo solista
Su extensa producción musical se concentró principal en composiciones para contrabajo considerado como instrumento solista, pues a finales del siglo XIX y principios del XX este instrumento sólo se consideraba en su faceta de acompañamiento y apoyo al resto.
Este hecho marcó que Josep Cervera Bret se compone sus propias piezas, para ampliar el repertorio existente que se centraba prácticamente en Bottessini, Nanny y Simadl en Europa, y Pere Valls y Antón Torelló en España. Se conservan en el archivo familiar más de 50 composiciones manuscritas para contrabajo solista, fechadas entre 1905 y 1962.
Método para contrabajo
Josep Cervera también redactó un método para contrabajo que representa la continuación de la tradición aprendida de su mestro Pere Valls, donde utiliza la digitación 1-3-4 y la nomenclatura cromática de las posiciones, empezando por la primera posición. Este método, que también se conserva manuscrito en el archivo familiar del contrabajista, resulta ser un curso superior de contrabajo, donde trata sobre los diversos golpes de arco que se pueden realizar con el instrumento, así como el estudio de los sonidos armónicos naturales y artificiales, allí donde la música aparece escrita en sonidos reales, una 8ª por debajo de la escritura habitual.