En el año 2009, George Amorim definió un escuela de contrabajo en Cataluña, en su tesis doctoral titulada THE INFLUENCE OF GIOVANNI BOTTESINI (1821-1889) ON PEDRO VALLS (1869-1935):  AN ANALYSIS OF HOMENAJE À BOTTESINI (1906) BY PEDRO VALLS (University of North Texas). En la página 39 dibuja una línea sucesoria que, desde Bottesini y a través de José Roveda (Argentina), Pere Valls y Antón Torelló (Cataluña), relaciona el vínculo de la técnica italiana del contrabajo hasta la actualidad (2009) con los intérpretes de los Estados Unidos y la Gran Bretaña. Pone de manifiesto algo inédito hasta el momento, como és el hecho de que los contrabajistas americanso, ingleses y argentino, son herederos de la técnica desarrollada por Bottesini en el siglo XIX.

En este espacio también queremos realizar nuestra aportación y ampliación de ésta línea argumental para futuros estudios de investigación que, por la contribución del legado de Josep Cervera-Bret, se hi podria incluir como alumno de Pere Valls, y en especial por su legado musical único en la história de la música, enmarcado en un período donde las composiciones de piezas musicales para contrabajo solista son prácticamente inexistentes, contribuyendo así a llenar un agujero de medio segle, desconocido hasta la actualidad (2013).